3 noviembre 2023
México.- Al menos mil 970 municipios de México, es decir, 80% carecen de un Atlas de Riesgos. Ello, a pesar de que este es uno de los países con mayor peligro catastrófico por fenómenos naturales, lo cual deja expuesta a más de 70% de la población ante huracanes, sismos, deslaves o lluvias y sin planes de contingencia, de alerta, evacuación y reconstrucción, tal como ocurrió con Otis en Acapulco, destacan especialistas y estudios legislativos.
Dicha situación se ve agravada con los nombramientos de funcionarios de Protección Civil sin el perfil profesional ni la experiencia, y cuyos encargos son resultado de prebendas políticas y partidistas, como el caso de Laura Velázquez, coordinadora nacional de Protección Civil y licenciada en Historia del Arte.
Su perfil es similar al de la inmensa mayoría de los encargados de dichas áreas a nivel estatal y municipal, quienes no tienen los conocimientos para actuar en casos de contingencias para alertar y mitigar los daños.
De acuerdo con diversos análisis legislativos, exhortos e iniciativas, existe desinterés por parte de las autoridades de más mil 970 municipios que no tienen Atlas de Riesgos, ni planes de prevención o mitigación ante inundaciones, deslaves, sismos, lluvias, huracanes, tornados e incluso incendios.
Los municipios que sí tienen Atlas de Riesgos o de Protección Civil, es decir 505, no los han actualizado en los últimos 10 años, por lo que son obsoletos ante el crecimiento de la población, de la mancha urbana y de nuevos asentamientos en zonas como lechos de ríos, barrancas o zonas costeras.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a nivel nacional 41.8% del personal que trabaja en las Unidades de Protección Civil de los estados se desempeña en funciones administrativas y de apoyo, es decir, en burocracia y menos de la tercera parte están dedicados a labores de rescate y prevención.
El exdirector de Protección Civil de la UNAM apunta que los perfiles de quienes encabezan las áreas de Protección Civil a nivel federal, estatal y municipal, como es el caso de la coordinadora nacional Laura Velázquez, desafortunadamente no son casos aislados porque otorgar estos cargos como una especie de “premio al amigo, al político, al compadre, son parte de lo que ocurre en el país”, pero aun cuando ocurren graves tragedias no se rectifica y se les mantiene en los puestos.