El diputado opositor venezolano Juan Requesens resultó herido hoy, durante una manifestación contra la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que anuló las funciones de la Asamblea Nacional (Congreso) y que luego fue revocada.
El legislador, del partido Primero Justicia, y otras dos personas, resultaron heridas al ser atacadas con piedras y botellas por supuestos seguidores del gobierno cuando protestaban frente a la sede de la Defensoría del Pueblo.
La manifestación comenzó esta mañana en el municipio residencial de Chacao, en el este de Caracas, y se trasladó a la sede de la Defensoría del Pueblo, donde fue atacada por grupos civiles, alegaron los inconformes.
Los manifestantes pretendían exigir al titular de la Defensoría, Tareck William Saab, un pronunciamiento similar al de la fiscal general Luisa Ortega, quien el viernes alertó que la sentencia del TSJ rompía el orden constitucional.
Saab había expresado desacuerdo con Ortega y negó que en Venezuela existiera una ruptura del orden constitucional, y afirmó que la reunión del sábado entre la fiscal general y el presidente Nicolás Maduro mostraba la normalidad institucional.
En la Defensoría, los diputados fueron atacados con piedras y botellas, una de las cuales alcanzó en la frente a Requesens, quien sufrió un corte.
«Estamos siendo agredidos en la Defensoría del Pueblo por colectivos armados», escribió en su cuenta de Twitter el legislador, quien fue atendido por su colega y médico José Manuel Olivares, quien señaló que la lesión con laceración requirió una cirugía menor.
Diputados de Primero Justicia protestaron en Chacao, donde bloquearon el tránsito en una concurrida avenida, en la continuación de la protesta contra el TSJ y gritos de «golpe de Estado.
Los diputados tienen previsto iniciar en la sesión del martes un proceso para remover a los siete magistrados de la Sala Constitucional del TSJ, que la semana pasada firmaron dos sentencias contra la Asamblea que fueron revocadas el fin de semana.
Aunque el TSJ suprimió ambas sentencias, los diputados alegan que con «tachaduras» en el fallo no se supera lo que califican como «golpe de Estado».