De naturaleza política
17 de Febrero de 2017
Ahora sí que no por ser una realidad socialmente asumida ya, la situación política y electoral prevaleciente en la capital del país deja de llamar la atención: ni el espectacular avance que entre la ciudadanía muestra el emergente Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador ni, menos, la vertical caída desde su llegada al poder en 1997, exhibiendo a nivel preferencias el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de Miguel Ángel Mancera (por) ahora.
Y más, valdría destacar, porque a la vista de los resultados del último sondeo (presumiblemente) realizado por el Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (Cisen) de cara a la elección del próximo jefe de Gobierno —¿gobernador?— de la Ciudad de México, en junio de 2018, lo que hoy parece irrefutable podría, con la sola excepción del panismo que se mantendría como una diluida tercera fuerza, tornarse en algo muy parecido a un tsunami que, en caso de ser hoy los comicios, arrase igual con (lo que queda) del sol azteca que con el priismo o, peor, con todos los partidos menores o de relleno —el Verde Ecologista, Encuentro Social, Movimiento Ciudadano, del Trabajo, Nueva Alianza y hasta el inexistente Humanista— ninguno de los cuales alcanzaría más de 1.75% de la votación efectiva y, en consecuencia, perderían el registro… y las cuantiosas prerrogativas de que se benefician.
Lo demás, es lo que todos sabemos. Que, por ejemplo, Morena, cualquiera que sea su candidato —Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal Ávila y Martí Batres— se alzaría con el triunfo con una diferencia de entre 5 y hasta 12 puntos porcentuales sobre su más inmediato competidor, dependiendo claro de la combinación de elegibles aunque, vale destacar, la primera aparece, ya hoy, como una aspirante más competitiva que el delegado en Cuauhtémoc.
Por lo que refiere al declinante perredismo, la denominada IX Encuesta: Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México deja por demás en claro que, fuera de su presidentaAlejandra Barrales y de Salomón Chertorivski, nadie
de entre sus diversos liderazgos tiene posibilidad alguna de garantizar una honrosasegunda posición o, en cuanto a la perspectiva para Acción Nacional, que Xóchitl Gálvez encabeza las preferencias, seguida por Federico Döring que, ojo, adelantó en la medición referida al impresentable Jorge Romero, el cacique panista afín almancerismo.
Donde las cosas también ofrecen sorpresas es entre los del Revolucionario Institucional puesto que, amén de estar condenados a ocupar la cuarta posición, en el mejor de los casos, nadie parece concitar tantas (posibles) adhesiones como la cuestionadísima experredista y ahora tricolor Rosario Robles o, tras ella, el exrector secretario ahora José Narro Robles, seguido por Adrián Rubalcava o, más allá,Aurelio Nuño.
Una fotografía ésta del momento, sí, sin duda… que muy pronto podría tornarse realidad.
ASTERISCOS
* No deberá concluir la semana sin que el senador panista Fernando Yunes Márquez, hijo del expriista y exelbista gobernador veracruzano Miguel Ángel Yunes Linares, blanquiazul de nuevo cuño también él, formalice su retiro de la Cámara alta para ir por la alcaldía de Veracruz puerto. Todo parecido a un proyecto político familiar o peor, de corte nepotista, no será sino una (infeliz) coincidencia… ¿O no?
* ¡Vaya ironía! el que ahora, cuando todo parece estar planchado para que el designado nuevo embajador ante la Casa Blanca, Gerónimo Gutiérrez, sea ratificado por el Senado y viaje a Washington, el proceso se encuentra frenado porque la titular de la Comisión para América del Norte, la priista Marcela Guerra, está, o estaba hasta ayer al menos en California viendo por los migrantes, claro…(que) ¡es lo de hoy!
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.