26 de junio de 2017
La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, logró cerrar un acuerdo con el ultraconservador Partido Democrático Unionista (DUP por sus siglas en inglés) tras los comicios del pasado 8 de junio en los que May perdió la mayoría legislativa.
Después de 18 días de negociaciones el Partido Conservador alcanzó el acuerdo con el partido que es leal a Gran Bretaña y a la corona británica, lo que le permitirá conseguir los 10 votos que le faltan para aprobar las leyes necesarias para gobernar.
A cambio el gobierno central les prometió mil millones de libras (mil 270 millones de dólares) para financiar hospitales, escuelas y carreteras en los próximos dos años.
La líder del DUP, Arlene Foster, afirmó que el acuerdo es «muy bueno» para la estabilidad nacional.
«El acuerdo al que llegamos es muy bueno para Irlanda del Norte y Gran Bretaña. Estamos muy contentos de haber alcanzado un acuerdo el cual ayuda a la estabilidad nacional».
El partido norirlandés pidió una serie de condiciones que, según Foster, «beneficiarán a todo Irlanda del Norte».
Las dos líderes políticas se estrecharon la mano en las afueras de la residencia oficial 10 Downing Street para sellar este acuerdo que permite por ahora mantener al Partido Conservador en el poder.
Con el apoyo de los unionistas norirlandeses, el gobernante Partido Conservador tendría el voto de 328 diputados de los 650 que conforman la cámara de diputados, lo que les permitirá aprobar el paquete legislativo.
La primera prueba será este jueves en el parlamento de Westminster, cuando la Casa de los Comunes o Cámara de Diputados someta a votación el programa de gobierno presentado la semana pasada.
Uno de los retos del actual gobierno es contar con el apoyo de los legisladores una vez que concluyan las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea -conocido como «Brexit»- que finalizarán en 2019.