14 septiembre 2023
México.- El hedor de la muerte flota sobre la aldea de Imi N’Tala en los montes Atlas de Marruecos cuatro días después de que un terremoto mortífero arrancó la ladera de una montaña, mató a los habitantes y redujo la aldea a escombros.
Excavadoras, rescatistas y paramédicos trabajan las 24 horas, removiendo escombros para recuperar la decena de cadáveres que aún yacen en el lugar.
La situación en Imi N’Tala, una aldea de pastores y cultivadores donde murieron 96 personas en el terremoto del viernes, es similar a la de decenas de lugares situados a lo largo de los traicioneros caminos de montaña al sur de Marrakech: hombres en chilabas prestadas extienden tapetes sobre el polvo y las piedras para rezar donde encuentren un espacio abierto. Los burros rebuznan al pasar junto a la gente, que se tapa la nariz para bloquear el olor de los cuerpos en descomposición.
Las cifras de muertos y heridos crecen sin cesar a medida que los socorristas llegan a las aldeas más remotas, desentierran cadáveres y envían heridos a los hospitales. La cifra oficial era de 2.901 muertes el martes. Naciones Unidas calcula que el temblor de magnitud 6,8 afectó a 300.000 personas.
Pero la escena ha cambiado con respecto a las horas y días inmediatamente posteriores al temblor.
Unos 62 kilómetros al norte de Marrakech, el rey Mohammed VI visitó un hospital y donó sangre. Y a Imi N’Tala —como en las vecinas Anougal, Imi N’Isli e Igourdane— finalmente ha llegado la ayuda. Carpas blancas y amarillas flanquean los caminos parcialmente pavimentados, cerca de las pirámides de agua embotellada y leche en cartones. Marroquíes que se han acercado desde las grandes ciudades reparten cazuelas con tajine y bolsas de alimentos que toman de camiones.
Socorristas marroquíes junto con los de ONG internacionales parten rocas con martillos neumáticos para extraer el cuerpo de una mujer bajo una casa que parece a punto de derrumbarse.
“Cuando excavamos, buscamos a una persona con vida. A partir de ahí, no nos cuestionamos. Si están vivos, qué bien. Si están muertos, qué pesar”, dijo Patrick Villadry, del equipo de rescate francés ULIS, y señaló que para las familias marroquíes es importante recuperar los cuerpos de sus muertos.