28 de mayo de 2018
Bogotá.- El exalcalde de Bogotá y otrora jefe rebelde del M19, Gustavo Petro, un fenómeno de masas en la campaña por la presidencia de Colombia, quedó en el segundo lugar en las elecciones de este domingo, lo que le da su pase para disputar la primera magistratura el 17 de junio.
Petro, candidato de Colombia Humana, alcanzó cuatro millones 820 mil votos, un 25.09 por ciento, de acuerdo con los resultados oficiales de la Registraduria Nacional del Estado Civil.
El aspirante de la izquierda colombiana escogió las plazas públicas de pequeños y medianos municipios, así como las grandes ciudades colombianas, para exponer su programa de gobierno, apoyado por una coalición de partidos y organizaciones sociales de izquierda.
Durante esta campaña política, Petro- según sus propios cálculos- logró reunirse con más de un millón de personas para retar al establecimiento y sus candidatos tradicionales, que lo ven como una amenaza y una réplica del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Petro, que muestra con orgullo sus programas sociales cuando fue alcalde de Bogotá, empezó a escalar en las encuestas, y en todas se situó en un segundo lugar entre un 25 y 27 por ciento, después del candidato de la coalición de la derecha, un porcentaje que fue ratificado en las elecciones de este domingo.
¿Quién es este dirigente político, que ha logrado movilizar a los sectores más pobres de Colombia y amplias franjas de jóvenes y clase media?
Gustavo Francisco Petro Urrego nació en el municipio de Ciénaga de Oro, en el caribe colombiano Córdoba, y viene de una familia humilde de la pequeña ciudad de Zipaquirá, en el central departamento de Cundinamarca.
El segundo candidato presidencial más votado en los comicios de este domingo, estudio en el colegio público, el mismo donde se formó en su bachillerato, el Nobel Gabriel García Márquez.
Terminó con una beca sus estudios de economía, en la Universidad Externado de Colombia y a los 21 años, Petro fue personero y a los 22, concejal independiente de Zipaquirá. Desde allí se vinculó a la guerrilla del Movimiento 19 de Abril (M19).
En el gobierno de Julio César Turbay Ayala (1978-1982) fue encarcelado como militante del M19 y cuando logró la libertad, Petro empezó a trabajar con los jefes del grupo insurgente, Carlos Pizarro y Antonio Navarro, en busca de firmar un acuerdo de paz, firmado el 9 de marzo de 1990.
Petro calificó entre los mejores congresistas en la última década en Colombia, con denuncias argumentadas sobre los grupos paramilitares de extrema derecha, sus conexiones con la clase política y empresarial, el narcotráfico, la corrupción, los carteles del sistema judicial, y las ejecuciones extrajudiciales.
Luego ganó las elecciones para la Alcaldía de Bogotá (2012-2015), con su lema: “Alcalde de la Bogotá Humana “y en su mandato se declaró enemigo de la segregación y de la desigualdad. En su administración fue un defensor del derecho al agua y la biodiversidad.
Petro es adorado en amplios sectores populares de la capital colombiana, que concentra más de 8 millones de habitantes, porque logró reducir la pobreza multidimensional en un 50% en Bogotá.
Entre 2012 y 2014, Bogotá fue la única ciudad colombiana que alcanzó un solo dígito en este indicador, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia (DANE).
Bogotá logró ser la quinta ciudad más inteligente de América Latina entre 148 ciudades, por sostenibilidad y calidad de vida, según el Centro de Globalización y Estrategia de la IESE Business School en el 2015.
La ciudad de Bogotá recibió en 2013 el Premio Mundial “Liderazgo Climático y Ciudad” (otorgado por el grupo de ciudades C40 y la compañía alemana Siemens) por fomentar el transporte urbano híbrido y eléctrico.
En la alcaldía de Petro, se redujo la tarifa del agua para tres millones de personas que pudieron obtener seis metros cúbicos gratuitos por mes a través del mínimo vital, entre muchos otros programas sociales que quiere replicar si gana la presidencia de Colombia.