13 de abril de 2018
Por razones inexplicables para quien esto escribe, aunque para no pocos analistas locales lo que ahora ocurre es producto del entorno de “clara ingobernabilidad prevaleciente a nivel estatal…”, Chihuahua parece encaminarse a erigirse en arena idónea para que el más rancio y “viejo priismo” zanje ahí, en medio de escándalos hay que decir, sus diferencias con uno de los enclaves más sanos aún existentes del panismo más tradicional.
Ello, al menos, es lo que parece evidenciar el embate que, sin fundamento jurídico alguno, realiza ahora el expresidente del Revolucionario Institucional a nivel estatal, César Alejandro Domínguez Domínguez, en contra de la alcaldesa en funciones y candidata a la reelección, la blanquiazul María Eugenia Maru Campos Galván, quien, vale mencionar, le aventaja por más de cinco a uno —12 por ciento contra 62 por ciento, según los sondeos más recientes— en intención de voto, de cara a los comicios del próximo julio.
En días pasados, efectivamente, el ahora legislador tricolor acusó a la edil panista de haber recibido del gobierno del (ahora) anayista plus Javier Corral Juradoalgo más de tres millones de pesos… exhibiendo en apoyo de su afirmación fotografías de documentos (de muy escasa calidad) que aquella habría firmado, pero negándose, hasta el momento, mostrar los documentos originales y, menos, la certificación que dice haber realizado de que la rúbrica que en ellos aparece es de la alcaldesa del Partido Acción Nacional.
Todo, además que según su pública demanda ni cuentas de origen del dinero citado, ni quién lo habría entregado, cómo y cuándo se realizaron las operaciones y, menos, bajo qué rubro fue liberado se saben o conocen… lo que a más de uno mueve a preguntarse si, en efecto, ¿existe algún
funcionario a nivel estatal —“¡en Chihuahua, por favor!”—
que entregue tal cantidad de recursos y exija un recibo a cambio?
Vale recordar que, en el marco de la anterior campaña, en un operativo muy similar al actual, Maru Campos fue acusada sin éxito del mismo ilícito aunque, entonces, el origen del dinero se ubicó en el Congreso estatal. Nada sucedió entonces, pues nada se comprobó.
La diferencia hoy y al parecer el “fondo del asunto” estaría en que, a la fecha, un estrecho colaborador de quien acusa, el diputado Domínguez Domínguezdurante su gestión al frente del Partido Revolucionario Institucional estatal, era su tesorero, Pedro Mauli Romero Chávez se encuentra en prisión… precisamente por haber recibido trasferencias de dinero del gobierno estatal a cargo, entonces, del impresentable César Duarte Jaques.
Un asunto éste pues, que no hace más que seguir enrareciendo el ya de suyo poco claro entorno político de la actual entidad norteña, Chihuahua, donde, insistamos, priistas y panistas de prácticamente todos los niveles, por sólo citar a los protagonistas de la historia más reciente, parecen empañados en dirimir sus viejas y nuevas rencillas.
Al tiempo pues, habrá que ver.
ASTERISCOS
* Si bien, como es costumbre, el cuestionado Ricardo Anaya Cortés se apresuró a deslindarse de nuevas revelaciones sobre la (ilícita) manera en que se fraguó la operación inmobiliaria en que él se benefició con algo más de 54 millones, no faltó quien le recordara —el priista Miguel Romo en este caso— que “no por ser candidato presidencial, goza de impunidad por la supuesta comisión de delitos” como aquellos a los que se le (pretende) relaciona(r).
* Cuestión de horas para que el Movimiento Ruta 5 del expresidente de Acción Nacional, exblanquiazul Manuel Espino Barrientos, defina finalmente a quién de entre los presidenciables de cara a julio apoyará el 1 de julio. La
decisión, a juzgar por el último reporte, será tomada por algo más de mil 200 delegados-dirigentes de las más de
700 asociaciones civiles que son miembros de la organización.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter:@EnriqueArandaP