Viernes 26 de Febrero de 2021
Aún hoy, la tasa de letalidad es 8.8%. Ufff…
Tras consumar, de la mano del ala más radical de los autollamados morenos puros, el agandalle de candidaturas de Morena y afines de cara a los comicios de junio, la cuestionada Claudia Sheinbaum Pardo podría estar a punto de enfrentar el cobro de su osadía que, en la práctica, borró la presencia del lopezobradorismo reformista liderado por el canciller Marcelo Ebrard Casaubon y Ricardo Monreal Ávila en la estructura de Gobierno de la Ciudad de México.
En breve, cuando el Congreso local aborde el nombramiento de un nuevo titular de la Auditoría Superior, a decir a la vista de propios y extraños, los detractores de la inquilina de turno del exPalacio del Ayuntamiento podrían estar ante la mejor oportunidad para el anunciado “pase de facturas” a aquella por los excesos en que, junto con personajes tan indeseables como René El Señor de las Ligas Bejarano y Martí Batres Guadarrama incurrió en la selección-imposición de quienes representarán al partido del gobierno en la puja por las 16 alcadías y medio centenar de posiciones legislativas.
El hecho de que recién concluida la gestión de David Vega Vera al frente de la Auditoría de la Ciudad de México, efectivamente, el Legislativo deba nombrar a un sucesor y que, ¡sorpresa!, la conducción de tal proceso recaiga en la Comisión de Rendición de Cuentas y Vigilancia que lidera el desplazado ebrardista-monrealista José Luis Rodríguez Díaz de León provocó ya un buen número de cejas levantadas en las inmediaciones del Zócalo, donde, desde ya, se prevé una feroz resistencia a su intención –“ahora sí que al más puro estilo…”– de imponer un “auditor a modo”, particularmente ahora que la mayoría morena se encuentra diezmada por la decisión de al menos una decena de legisladores de no apoyar “nada que provenga o beneficie a la jefa y a su administración”.
Apenas el miércoles, vale mencionar, la referida comisión dio por concluido el periodo para la inscripción de interesados a ser considerados como aspirantes a la posición que, hoy por hoy, cobra relevancia por lo mencionado, sí, pero también por la puja que a nivel federal se da entre la Auditoría Superior respectiva y Andrés Manuel López Obrador, debido a la difusión de un sinnúmero de anomalías en el ejercicio del gasto gubernamental durante el primer año de gestión de la 4T por parte de la primera, por la comisión de supuestos errores graves respecto del gasto en las obras del aeropuerto de Santa Lucía, inclusive.
Al igual que en otros ámbitos, entonces, nada parece más evidente que quienes pensaron que el asunto del agandalle en la elección de candidaturas “pasaría de noche”, simple y sencillamente se equivocaron.
ASTERISCOS
* Luego que al cierre de 2020 la Comisión Federal de Competencia (Cofece), que preside Alejandra Palacios, diera “carpetazo” a la sentencia de amparo emitido por el tribunal especializado, y aun cuando en su resolución de 2013 habían aceptado que existían prácticas monopólicas por parte de los “gigantes” cerveceros que urgía corregir ahora, por mandato judicial, el organismo deberá reponer el proceso.
Veámonos el domingo con otro asunto de Naturaleza política.