Lunes 12 de Octubre de 2020
Robaron fármacos, dicen ahora
a padres de niños con cáncer.
Cuando en las próximas horas defina la normatividad y el calendario a cumplir para el levantamiento del tercer sondeo para elegir al nuevo mandamás del partido del gobierno, el Instituto Nacional Electoral (INE), que preside el cada vez más controversial Lorenzo Córdova Vianello, podría estar comenzando a escribir el prólogo de una narración que, con permiso del colombiano Gabriel García Márquez, bien podríamos titular como la Crónica de una muerte anunciada… la de Morena o, mejor, la del lópezobradorismo partidista en este caso.
La argumentada renuencia de Porfirio Muñoz Ledo de ir a un tercer sondeo tras haber ganado los dos anteriores y la explicable anuencia, en contraste, del siempre facilito y obsequioso Mario Delgado Carrillo a aceptar los mandatos del “neoliberal” INE no hacen más que confirmar, como hemos venido insistiendo en este espacio, que la disputa por el poder y cuantiosos recursos económicos que implica la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, por toda suerte de grupos y/o corrientes que forman el mismo, rebasó ya todas las previsiones… las más negativas y pesimistas.
Hoy, incluso, cuando el octogenario expriista, experredista —excolaborador del foxismo panista— y actual moreno concurra a la sede del partido oficial para asumir, “en el marco de un acto político pacífico”, la dirigencia que insiste haber ganado ya, los ánimos podrían llegar a desbordar para dar paso a la violencia, puesto que, quienes militan en el frente contrario, ven y han tipificado ya públicamente al legislador como “una amenaza para el gobierno de la Cuarta Transformación y para el propio presidente Andrés Manuel López Obrador”, quien, insisten, les quiere a ellos en el timón de Morena.
De no cambiar las cosas entonces, esta tarde Morena podrá exhibir un “presidente legítimo” —a imagen y semejanza, paradójicamente, del que tuvo México tras el proceso electoral de 2006—, un dirigente en funciones que no acaba de irse y, claro, un aspirante que desde un primer momento ha utilizado la posición de coordinador legislativo en San Lázaro, y supuestamente hasta los recursos de la fracción, para autopromoverse, argumentando que nadie sino él ha sido enviado desde Palacio Nacional a asumir el cargo ahora en abierta disputa.
No deberá, pues, pasar mucho tiempo antes de conocer sucesos, hechos concretos y (hasta) disponer de nuevos datos que permitan ratificar la compleja realidad que al momento enfrenta el partido oficial o, en su caso, proceder a revisar los escenarios construidos hasta ahora, en los que de realidades tales como unidad de la militancia, de propósitos e ideales o la compartición de principios, ideas y/o valores o, menos, de un proyecto orientado a apoyar a la administración sexenal son, en verdad, inexistentes.
asteriscos
* Con algo más de 83,781 decesos (reconocidos) a cuestas, Hugo López-Gatell, a quien cada vez más se refieren ya como Doctor Muerte, acude al Senado para enfrentar a una oposición (y algunos morenos) que ni cree sus cotidianas prédicas vespertinas ni, menos, confía que la política definida por él y su jefe vaya a contener el avance de la pandemia.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza Política.