De naturaleza política
6 de Febrero de 2017
No bien se formalizó, por parte de Economía y Relaciones Exteriores, la invitación a los sectores productivos y en particular al Senado, a abrir un periodo de consultas de 90 días con miras a unificar criterios hacia el (previsiblemente) inevitable inicio de negociaciones con Estados Unidos y Canadá para reformar el Tratado de Libre Comercio (TLC), más de uno entre los directos convocados levantó ya la voz para advertir que tal ejercicio podría, más que fortalecer como se intenta, debilitar la posición nacional.
Y esto, en virtud de que si bien la invitación de los titulares de ambas dependencias, Ildefonso Guajardo y Luis Videgaray, constituye la mejor evidencia de la disposición oficial a “ir juntos, como uno solo…” a la referida negociación, para nadie es un secreto que es a la nueva administración del vecino país y no a sus contrapartes en el acuerdo trilateral a quien urge modificar los términos suscritos dos décadas atrás y que, en virtud de ello, es el gobierno del cuestionado Donald Trump quien debe esclarecer primero el qué y cómo específico de su reclamo y, obvio, comenzar a avanzar en tal sentido.
Ayer apenas, en el marco de los festejos por el centenario de la promulgación de nuestra (parchadísima) Constitución, el panista Héctor Larios Córdova, en cuanto que presidente de la Comisión de Comercio de la Cámara alta aludía a tal situación destacando que, entre otras cuestiones, el inicio de consultas orientadas a definir el alcance y términos de una eventual negociación por parte de México, la definición incluso de las exigencias y la estrategia a seguir en las conversaciones, no haría sino debilitar la posición puesto que, ahora, nadie sino la (cada vez más) emproblemada administración estadunidense conoce los puntos concretos que considera necesario sean reformados… y los términos en que pretende ello se haga.
No atender a reflexiones y/o sugerencias como las citadas, huelga destacar, colocaría a México, y a Canadá en cuanto a “tercero en discordia”, en posición de tener que apegarse a los tiempos y condiciones en que el gobierno de la Unión Americana pretenda llevar a cabo la referida negociación y no, en su caso, en lo que sobre la eventualidad de una reforma plantea el propio tratado y, en su caso, hasta organismos internacionales que, eventualmente, podrían ser convocados para arbitrar o fungir sólo como observadores en un asunto de tal trascendencia.
Ahora sí que, como suele decirse, las prisas no son nuestras…
ASTERISCOS
* Representante del Partido Republicano y serio prospecto a ocupar la embajada de Estados Unidos aquí, Larry Rubin, viaja hoy a la frontera norte, a Tijuana, para cruzar la frontera caminando y, ya en California, reunirse con líderes empresariales, de la comunidad judía, la Cámara de Comercio y el think tank de la Universidad californiana, así como con el alcalde de Los Ángeles. Atentos…
* ¡Vaya dura (y descriptiva) alusión…!, la que de la ideologizada nueva Carta Magna capitalina hizo la Arquidiócesis primada de México que encabeza el cardenal Norberto Rivera cuando, en su semanario Desde la Fe, la refiere como “Constitución asesina” en cuanto que, explica, mantiene la permisión a la práctica criminal del aborto y agrega a la legislación local “la inmoral figura de la eutanasia”…
* Dirigente de la Asociación Mexicana de la Industria del Petróleo (Amipe), Erik Legorreta, enfrenta ahora, en Tabasco, imputaciones serias por parte de la empresa Construcciones Tapia que, ante senadores, lo denunció por negarse a cubrir adeudos por 258 millones de pesos por trabajos realizados en “Batería Cárdenas Norte”, obra que Pemex Exploración y Producción (PEP) asignó y, se dice, pagó ya al primero.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.