26 de mayo de 2017
Más de una ocasión, muchísimas más, he escuchado a altos funcionarios del gobierno federal y/o dirigentes partidistas de primer nivel afirmar, a manera de (desesperado) lamento, que “los grande promotores de Andrés Manuel López Obrador están en las más importantes oficinas públicas…” o, en el extremo, que “el jefe de prensa de El Peje despacha (en la mismísima Residencia Oficial de) Los Pinos”.
De unas semanas a la fecha, desde que el cuestionado y polémico expriista, exelbista, ex… y actual panista Miguel Ángel Yunes Linares asumió la gubernatura estatal, y ayer de manera particularmente especial, aplicaría asegurar que los responsables de la campaña del tabasqueño despachan en Veracruz y, si mucho me apuran, en la principal oficina del mismísimo Palacio de Gobierno de Xalapa”.
“Le están haciendo el trabajo…”, claman —no sin razón, a decir verdad— desesperados detractores de Andrés Manuel López Obrador que, un día sí y otro también, evidencian cómo el cuestionado candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que él mismo fundó y dirige de manera unipersonal, se posiciona y encumbra en cuanto sondeo y/o encuesta relativamente seria se levanta en el país de cara al cada vez más próximo 2018.
Ahí, a manera de ejemplo, está lo que viene ocurriendo y está por ocurrir en el Estado de México donde, al margen el resultado de los comicios del 4 de junio, López Obrador ya ganó…y lo hizo porque, de conseguir la maestrita Delfina Gómez Álvarez el mayor número de votos, habrá logrado llevarla hasta el Palacio de Gobierno de Toluca lo que, sin duda, será en gran parte su triunfo mientras, que en la contraparte, de no darse tal situación y ser proclamado triunfador el priista Alfredo del Mazo —salvo sorpresa mayúscula del perredista Juan Zepeda, de la panista Josefina Vázquez o algún otro de los contendientes en la puja— también, ganará pues quedará en posición inmejorable para afirmar que la elección le fue robada a su candidata… lo que muchos mexicanos, particularmente, mexiquenses, creerán.
Ello a la vista, sin embargo, parecería que ni en las cuidadas oficinas del insustancial Enrique Ochoa Reza en el Revolucionario Institucional ni en las de Ricardo El Cerillo Anaya en Acción Nacional o de la saliente Alejandra
Barrales Magdaleno en el de la Revolución Democrática se quisiera entender y tomar en cuenta como, huelga destacar, tampoco se entiende en las más encumbradas locaciones igual del gobierno federal, que de los estatales y/o municipales, donde la soberbia parece impedir a sus ocupantes ver con claridad el rumbo que sigue el país y el grave riesgo que, más allá de los discursos, está corriendo.
Ya en otro momento habíamos advertido aquí mismo que, así como en la estratégica elección parecía alguna de las opciones, la del Revolucionario Institucional, llamada a perder-perder, también había otra que jugaba a ganar-ganar, lo que ahora la realidad está confirmando de manera plena…
ASTERISCOS
* Más de una ceja se levantó ayer en el entorno del gobernador Eruviel Ávila, al confirmarse que, “a pesar de todo el trabajo de cabildeo realizado…”, Benjamín Hill Mayoral, esposo de su comunicadora estrella, la excalderonista
Alejandra Sota, no fue incluido entre los finalistas a la estratégica posición de secretario técnico del Sistema Nacional Anticorrupción de Jacqueline Peschard, como sí lo fueron Max Kaiser Aranda, Alejandra Rascón Rodríguez y Ricardo Salgado Perillat.
* Punto a favor de la legislatura neoleonesa, de su Comisión de Desarrollo Social que lidera Ludivina Rodríguez, la decisión de considerar, éste lunes, se decrete el 1 de junio como día del Balance Trabajo-Familia, como solicitó la Asociación Nacional Cívica Femenina de Guadalupe Arellano y Xóchitl Córdova a nivel local.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter:@EnriqueArandaP