16 octubre 2023
México.- Corredores humanitarios, el clamor…
Prácticamente desde la inauguración del Aeropuerto ¿Internacional? Felipe Ángeles (AIFA) hemos leído y escuchado un sinnúmero de análisis y comentarios de especialistas, estudios técnicos sobre la inoperatividad del mismo y, sobre todo, denuncias de directivos del sector aeronáutico nacional sobre la creciente presión de la que son objeto por parte de Andrés Manuel López Obrador, en concreto, que –vía la imposición, cual es su costumbre– pretende obligarlos a trasladar sus operaciones –de carga o pasajeros– a las inútiles instalaciones de la otrora base militar de Santa Lucía…
Presiones éstas que, valga decir, evidencian la decisión del gobierno de la 4T, del tabasqueño en particular, de hacer funcionar la fastuosa terminal construida “por militares y (al parecer) para beneficio (sólo de) los militares” ¡aun si ello supone la eventual destrucción o inutilización para las líneas aéreas locales al menos, de las terminales 1 y 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México!, la segunda de ellas inaugurada apenas en 2007 y de uso prácticamente exclusivo de Aeroméxico y Delta.
Lo anterior viene a cuenta porque apenas al volver del extranjero en el vuelo 0647 de Aeroméxico procedente de Los Ángeles el pasado viernes, nos permitió constatar el estado de “vergonzosa” destrucción y abandono en que se encuentra la citada terminal que, en algún momento, fue considerada si no como una terminal modelo, sí como un ejemplo de operatividad y una dignísima “puerta de llegada” a la capital para el turismo nacional y extranjero, y para cientos de miles que hacen uso de la misma de manera habitual. Algo muy similar, nos dicen, ocurre en la Terminal 1.
Hoy, la T2 es ejemplo claro de lo que sucede en unas instalaciones cuando éstas carecen de mantenimiento y atención de personal especializado, como en el caso que nos ocupa; quedó claro cuando, tras arribar a la T2 entre 15 y 18 minutos antes de la hora prevista al dejar la ciudad norteamericana, la aeronave debió esperar algo más de 45 minutos para que la puerta de llegada que le fue asignada, la 55, fuera desocupada y el pasaje pudiera descender… (sólo) para iniciar un nuevo y prolongado calvario: caminar por pasillos sucios y malolientes (a orines, perdón), con canceles destruidos y a punto de caer, migrantes (protegidos por uniformados) dormidos en el piso y, al final, encontrarse con un servicio de migración deficiente, como lo ha sido siempre.
Y de ahí, a buscar el equipaje, que primero se informó que llegaría por la banda 4 y finalmente acabó cambiándose a la banda 1, lo que implicó la pérdida de una hora y media más, pues las maletas entraban en grupos de cinco o diez, y con suspensión entre unos y otros de hasta 15 minutos. En fin, un verdadero “caos” que, salvo mejor explicación, parece intencional…
Asteriscos
* En verdad inaceptable por los riesgos que supone, el altísimo grado de sumisión que el gobierno de la 4T, el Ejecutivo en especial, muestran ante el alto mando militar. Ése, en definitiva, no parece ser el camino de la libertad y la democracia…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.