28 de abril de 2017
Mejor aliado que el lenguaraz mandatario estadunidense, Donald Trump, para quienes, en México, se dedican a enriquecerse especulando contra el peso en el mercado cambiario, a decir verdad, ¡simple y sencillamente no existe!
Evidencia inequívoca de lo anterior la constituye lo ocurrido entre el mediodía del pasado miércoles y ayer jueves cuando, luego de que media docena de diarios de la Unión Americana difundieran la filtración de que el inquilino de la Casa Blanca elaboraba —“más con fines de presión que de avanzar por tal vía…”, que conste— una orden ejecutiva para dejar sin efecto el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los mercados (literalmente) enloquecieron ante la inusitada demanda de divisas… empujando al peso en una pendiente que no encontró fondo sino hasta colocar en 19.35 el precio del dólar.
En cuestión de minutos, efectivamente, quienes siguen creyendo en las baladronadas del mandatario de extracción republicana y en las intencionadas filtraciones surgidas de su gobierno, ahora presionaron en tal forma la paridad que revirtieron toda la recuperación acumulada por la divisa nacional desde la toma de posesión del republicano a la fecha para, 24 horas escasas después, volver a apostar en contra de la economía nacional, apoyados ahora en el conciliatorio mensaje que, tras contactarse telefónicamente con el presidente Enrique Peña Nieto y el premier canadiense Justin Trudeau, pronunció el cuestionado Presidente de Estados Unidos llamando, en los hechos, a iniciar negociaciones para renegociar el fructífero, exitosísimo —“para Canadá y nuestro país, al menos…”— acuerdo comercial.
El objetivo de la presión buscada vía la mencionada filtración estaba cumplido y, en consecuencia, hasta Trump debió reconocer que poner fin de manera abrupta al TLC “constituiría un shock bastante grande para el sistema… (comercial internacional)” para, luego, en un tono amable y conciliador ajeno a su personal manera de administrar, que no gobernar, (a) la principal potencia mundial, volcarse en elogios hacia el presidente Peña Nieto y el primer ministro Trudeau, a quienes se refirió como “caballeros a los que respeto…”, merecedores de su personal “respeto, así como a sus países…”.
Seguir respondiendo de botepronto a los exabruptos, auténticas provocaciones de la aún nueva administración estadunidense y, más, de su cuestionado titular, insistamos, poco o ningún beneficio dejará a México, cuando no sea el mantener y/o acrecentar beneficios producto de la relación bilateral más por cesión y/o acomodo a las pretensiones de aquélla que de negociaciones formales entre iguales… como quisieran los que, en la especulación cambiaria de corto plazo, por sólo poner un ejemplo, se benefician de manera escandalosa de tal situación…
ASTERISCOS
* Mañana, miles de capitalinos y personas procedentes de diversos estados del país volverán a manifestarse por las calles de la capital en demanda del respeto a la vida y en repudio a una legislación proaborto que, en la última década, privó de la vida a más de 176 mil niños mexicanos en el vientre de sus madres, más de los que, en igual periodo, perdieron la vida en la guerra contra el crimen organizado. En su sexta edición, la Marcha Pasos por la Vida irá del Monumento a la Madre a la Asamblea Legislativa.
* No son pocos quienes, ante la inminente realización de la “sesión sin sustancia…” del Consejo blanquiazul, convocada para el sábado, se preguntan si su administrador de turno, Ricardo Anaya, se atreverá, finalmente, a sancionar a diputados poblanos, ¡panistas todos!, que, por consigna, inhabilitaron al exalcalde y actual delegado del CEN en la elección del Edomex, Eduardo Rivera… ello, claro, tras evidenciarse que en contra de quien (presuntamente) armó el asunto “¡no lo hará!”.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.