08 de Febrero de 2017
Un año escaso después de irrumpir en el escenario político, Iniciativa Galileos, la tribu que lidera del exChucho Guadalupe Acosta Naranjo formalizó el inicio del proceso para constituirse en Asociación Política Nacional, una operación que, opinión de los más, no hace más que dar forma a uno más de los clavos (¿el último?) que, finalmente, acabarán cerrando el féretro en que habrán de descansar los cada vez menos significativos restos del Partido de la Revolución Democrática del que ya hoy huyó prácticamente la totalidad de sus cuadros fundadores.
Apenas al inicio de la semana, efectivamente, el aliancista exdirigente del perredismo confirmó la entrega al Instituto Nacional Electoral (INE), de Lorenzo Córdova, de la documentación que, dijo, deberá permitirle alcanzar la nueva dimensión señalada y, si bien hasta el momento no lo ha explicitado, avanzar —“más tarde que temprano si se quiere…”— hacia su separación, primero del sol azteca y luego, previa valoración de dónde es que la garantía de beneficios es mayor, definir si apuesta por una alianza con Morena, por una opción “menos de izquierda” como pudiera ser alguna de las fuerzas de la chiquillería político-electoral o, ¿por qué no?, con el panismo que, apueste usted, lo recibirá con los brazos abiertos…
Es verdad, y así hay que consignarlo, que desde su nacimiento, el discurso de losgalileos no ha sido otro que aquel orientado a destacar que su pretensión es, simple y llanamente, dar forma “a un espacio abierto y de encuentro de la pluralidad social y política” prevalecientes, con miras a formar una gran alianza que, primero en 2017 y luego en 2018, permita impulsar un cambio de fondo del sistema político en primera instancia y del país, todo a mediano y/o largo plazo.
Ello, sin embargo, contrasta con el concreto actuar de sus principales liderazgos,Acosta antes que ninguno que no ahora, sino de muchos meses atrás, parece haberse convertido en el más decidido impulsor de toda suerte de alianza, con la derecha electoral de manera notable —Chihuahua, Durango, Aguascalientes, Zacatecas…— sin importar —“no mucho al menos”— si las mismas eran suscritas o no con el beneficio que las mismas deberían redundar, por su partido, el de la Revolución Democrática.
O más aún, la propuesta ahora en construcción de cerrar filas con cuanto actor político lo desee y esté dispuesto a colaborar para ganar las próximas estatales en Nayarit, Coahuila y, particularmente, en el Estado de México, sin importar demasiado quién encabece las mismas.
La demolición, vía la imposición del pragmatismo, de las izquierdas. Nada menos sí, pero nada más.
ASTERISCOS
* Vaya feliz coincidencia en la que, apenas confirma Andrés Manuel López Obrador que viajará a Los Ángeles para solidarizarse y apoyar in situ a los paisanos amenazados por la administración Trump, tanto el tricolor Ochoa Reza como elazul Ricardo Anaya se hayan apresurado a anunciar visitas a Nueva York uno y a Texas el otro, con igual propósito. Ahora sí que: ¡tan verde y predecible uno como el otro…!
* Ahora sí que, ¡aunque usted no lo crea!, no son pocos los que sostienen que será el primer nivel de decisión del Tribunal de Justicia capitalino, su presidente Edgar Elías Azar en concreto, quien liderará la resistencia, vía la promoción de una controversia constitucional, a la intransitable nueva Constitución de la CDMX. ¿Será?
* En Chetumal, este día, el expriista gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, hará la formal presentación del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022, una propuesta que, según él mismo, está orientada a disminuir la desigualdad en la entidad e, igualmente, a garantizar gobernabilidad, seguridad y Estado de derecho.
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.